De acuerdo a la Pagina Arte y Cultura
Por Lynet Santiago Túa @lynetonline
Cárceles asquerosas, humillaciones, rituales de brujería y violencia son algunas de las vivencias que Laura Hernández experimentó y sobrevivió encerrada en República Dominicana.
La comunicadora y empresaria Laura Hernández,
llevó al papel las desgarradoras vivencias que experimentó en las cárceles de
República Dominicana como parte de su proceso de transformación y liberación
del dolor.
Una las deplorables experiencias que narra con
lujo de detalles en su libro De la
prisión a la libertad, fue cuando se topó con el bajo “sistema” carcelario
en el que las reclusas entregaban sus cuerpos a otros presos, los llamados
carpinteros, a cambio de pesos para conseguir un desodorante o un jabón, según
detalla en su historia.
La exanimadora de A
Fuego (1999) y exreportera de arte y cultura del desaparecido
noticiario Tu Mañana de Univisión (2000),
describe las condiciones infrahumanas de su encierro —en el momento cumbre de
su carrera profesional—, y cómo sobrevivió al terror infundado por los rituales
satánicos y de brujería que amenazaban con motines y con el hecho de que su
vida corría peligro.
Como afirmó en su publicación, solo con fe,
esperanza, y el amor de Dios y el de su familia, pudo paliar con esa terrible
condena.
En resumen, la periodista reitera una vez más
su inocencia y deja claro que esto fue un caso fabricado.
Confiesa además que se equivocó y se casó con
un hombre (Marcos Irizarry) con las cualidades de las que jamás se enamoraría
(que salieron estando en prisión), e incluso expone que ya es tiempo de separar
sus vidas, en el sentido de que siempre lo vinculan a ella para reconocerlo,
pues él no era una figura pública reconocida.
Luego de más de una década de estos hechos,
la autora es capaz de hablar de su escalofriante testimonio y acepta que perdonó
a su excompañero de vida, quien se volvió a casar, curiosamente con otra figura
pública: la presentadora de televisión y actriz Georgina Duluc.
“Donde hubo amor, por lo menos de mi parte, y
cuando haces sacrificios por esa persona, tiene que existir el perdón. Eso no
significa que uno quiera volver o restablecer la relación con esa persona, pero
tiene que existir un perdón para sanar esas heridas”, subrayó en entrevista con Metro.
Por si fuera poco privarla de su libertad, la
creadora de los Lali Jeans levanta colas, dejó en blanco y negro que los medios
la “despellejaron”.
En ese sentido la también coanimadora del
recordado programa No te duermas de
Antonio “Tony” Sánchez ‘El Gangster’ (primer trabajo luego de cumplir su
sentencia en RD), dijo a este diario que “el perdón es parte de su proceso de
sanación”.
“El daño está hecho y no hay nada que pueda
hacer sobre eso. Pero para poder perdonar, no necesito que me pidan perdón.
Estoy buscando mi paz y mi sanación y eso depende de mí nada más”, destacó.
“Con las palabras se hace mucho daño y por
eso tengo mucho cuidado con lo que digo. Cuando tienes odio, resentimiento,
coraje y rabia contra otra persona, el que se hace daño es uno y esas cosas se
revierten. Me ha tomado mucho esfuerzo físico, emocional y espiritual para
poder estar en paz conmigo misma y no quiero que nadie me robe esa paz”,
declaró.
Parte de esta historia también retrata los
sacrificios que tuvo que hacer su madre para apoyar a su hija y sin lamentarse.
“Con este libro no pretendo acusar ni
destruir, solo quiero narrar mi vida para inspirar y motivar. Para que la gente
se transporte conmigo a lo que yo viví y pueda entender el porqué de tantas
cosas que ocurrieron que no lo que vieron en la prensa.
Las situaciones que tuve que vivir como parte
de estar encarcelada. Son mis lecciones y mis aprendizajes lo que quiero
transmitir a la gente. Es una historia terrible, y los hechos no los puedo
cambiar. Tampoco los quiero suavizar porque quiero que sean tan crudos como
fueron, pero también quiero que vean cómo mi vida se ha ido transformando con
los años de la mano de Dios y la de mis seres querido”, señaló.
Laura Hernández y Marcos Irizarry, junto con
otras cinco personas fueron arrestados en el 2002 y sentenciados por
narcotráfico en la República Dominicana. Edwin Adam Cotto y Harol Levi III,
murieron en un incendio en la prisión en la que se encontraban.
Respecto a las recientes declaraciones de la
hermana de Edwin Adam Cotto, admitió que no la conoce y no le corresponde
hablar de ese tema.
“Es lamentable que alguien se sienta herido,
pero era de esperarse que existiera controversia, porque cuando la verdad se
dice, a muchos ofende. No escribí este libro para complacer a nadie, sino para
contar una verdad que le sirviera de inspiración o de motivación a quien la
lea”, reiteró.
“Este libro no está hecho para levantar
heridas de nadie, está escrito para sanar y motivar. Para que la gente pueda
identificarse con lo que pasé. Que la gente que está pasando por situaciones
difíciles puedan identificarse conmigo en el dolor y la tragedia y entender que
aunque no es necesaria la misma situación, dolor es dolor y tragedia es
tragedia. La fe es la fe en cualquier circunstancia y eso es lo que quiero que
la gente capte. No puedo controlar la opinión de los demás, ni pretendo
convencer a nadie”, puntualizó.
labarcainforamativa.org.
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