POR FLABIA ROSARIO
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana asociada a los animales salvajes y domésticos, producida por una bacteria llamada lestopira. Hace unos años, comencé a documentarme sobre esta terrible dolencia; me armé de valor y empecé a compartir mis conocimientos con personas de escasos recursos en diferentes puntos de país.
La visión de las charlas impartidas tiene que ver con que las personas tomen conciencia de lavar los productos que se van consumir. Les decía: “Si hacemos un ejercicio lógico de, por ejemplo, realizar una compra en un colmado o supermercado, y suponiendo que los ratones merodeen por esos predios (entre los alimentos) y los lleguen a infectar con la orina de ratón, dígase productos enlatados y que se consumen sin lavarlos, es posible que las personas se infecten a la hora de ingerir un producto sin lavarlo.”
Lo importante es que todo lo que se compre se lave con un poquito de cloro antes de consumirlo. Sin embargo, en el campo los màs propensos a obtener este mal, están las personas que tienen contacto con ganados, animales de granja y mascotas, entre otros. El solo hecho de vivir en un país con un clima húmedo es una desventaja en contra de la salud. Contagiarnos o no de leptospirosis, depende del empeño que pongamos en la higiene en nuestros hogares y la precaución lavando los alimentos.
Los síntomas que caracterizan esta dolencia son la fiebre elevada, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares en la región lumbar, vómitos, diarrea, tos, dolor toráxico y hemorragia conjuntiva.
Cuando sientas estos síntomas, nunca te automediques; es un error del ser humano; aunque uno de los métodos de prevención son los antibióticos. Pero, ¿cuáles usar? Eso no lo sabemos. Los médicos son los más indicados a diagnosticar, evaluar y hacer recetas médicas.
flaviarosario14@hotmail.com
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