La viruela del mono
en personas
La viruela del mono recibe su nombre
porque la enfermedad se descubrió en colonias de monos conservadas para la
investigación en la década de 1950. Se descubrió por primera vez en una persona
en 1970.
Las personas pueden contagiar la
viruela del mono a otras personas mediante contacto directo de la piel con
fluidos corporales infectados o al compartir ropa de cama, vestimenta o
toallas. También puede propagarse a través de las gotículas respiratorias
grandes de las personas infectadas, pero el contagio por esta vía es mucho más
difícil que el del COVID.
Los casos se han reportado sobre todo
en personas que viajaron a países del oeste o el centro de África y en personas
que tuvieron contacto cercano o íntimo con alguien infectado. Es posible que
los niños menores de 8 años, las mujeres embarazadas y algunas personas con
afecciones inmunitarias corran más riesgo de sufrir casos graves de la
enfermedad si entran en contacto directo con una persona infectada o con
vestimenta, ropa de cama, etc., de alguien que tenga el sarpullido de la
viruela del mono.
Síntomas de la viruela del mono
La señal indicadora del virus de la
viruela del mono es el aspecto del sarpullido y el modo en que las manchas
cambian con el tiempo. Cuando la erupción recién aparece, tiene aspecto de
manchas planas. Todas las manchas cambian al mismo tiempo. Se transforman en
bultos elevados y luego en ampollas llenas de líquido que se convierten en
heridas blancas o amarillas llenas de pus. Una persona contagia desde el
momento en que aparecen los síntomas hasta después de que se caigan las costras
de la erupción. Las señales precoces, previas a la aparición de la erupción,
pueden incluir: fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, tos ganglios
inflamados.
labarcainformativa.org.
Fuente: David W. Kimberlin MD; FAAP
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